X Festival Madre Tierra: El rock en la lucha por crear conciencia ecológica.
Este año la celebración fue en grande y no podía ser de otra manera ya que además de festejar a nuestra Paccha mama se cumplieron diez años de un esfuerzo mancomunado que provablemente convierte a Cuenca en la única ciudad del Ecuador donde el día de la tierra se celebra ininterrumpidamente desde hace tanto tiempo y cuyas causas han calado profundamente en la sociedad.
El X Festival Madre Tierra tuvo, al igual que en otros años, algunos inconvenientes para llevarse a cabo y el concierto no fué la eccepción; varias bandas que merecían tener un espacio en el cartel se quedaron fuera por cuestiones de tiempo y presupuesto, el ofrecimiento por parte de los organizadores de presentar una banda internacional que al final no fue cumplido por la falta de seriedad en el compromiso de las autoridades municipales y la pérdida de la energía electrica en un par de ocaciones durante el show de una de las bandas fueron algunos de los inconvenientes. Sin embargo el concierto salió adelante y fué un exito de principio a fin contando con la presencia del público cuencano fiel al festival desde sus inicios.
A continuación una crónica de la presentación de cada una de las bandas:
Los supersónicos.
El concierto inició cerca de las tres y media de la tarde con la presentacióin de Los Supersónicos, un interesante proyecto cuyo creador dice no sentir pasión por la música sino por la ingeniería electrónica y por lo tanto sus instrumentos son computadoras, joisticks y cosas por el estilo, con las que combina distintos sonidos digitales con ritmos pegajosos y grabaciones de discursos de corte político izquierdista. La propuesta de Los Supersónicos es innovadora en el ámbito local y el recurso de las grabaciones vocales de tipo comunista mezcladas en los diferentes temas se podría convertir en la firma de este naciente y prometedor proyecto.
Nemesek.
La presentación de esta banda marcó su debut en el Festival Madre Tierra y lo hicieron con toda la fuerza del thrash metal. Guitarras muy pesadas y con alta calidad en la interpretación, bajos gravísimos, voces guturales recién emergidas de ultratumba y una batería demoledora obligaron al público que recién se acercaba a las inmediaciones del Parque del Ángel a apurar el paso para no perderse el desarrollo del evento y ver quiénes eran los que metían tanta bulla. Incluso al escuchar por la radio la transmisión en vivo del evento era evidente el orgullo y la emoción en los integrantes de Nemesek al participar en esta la principal vitrina de rock and roll en nuestra ciudad y lo hicieron sin defraudar.
Mad brain.
La presentación de Mad brain fue una sorpresa en todo sentido para los asistentes al evento, en primer lugar porque fueron una banda que ingresó al cartel en úlrtimo momento y algunas personas no teníamos idea de su participación; y luego por que esta banda tranquilamente hubiera podido cerrar el concierto, pero como sus integrantes tenían que viajar de regreso a Quito esa misma noche prefirieron tocar al inicio. Así explotó el pogo, el publico se encendió y fue el abreboca perfecto para que la gente se quede con ganas de más y aguanten hasta el final del concierto. Metalcore brutal, impresionante como siempre, la segunda participación de Mad brain en el Madre Tierra volvió a sacudir las cabezas del público asistente.
Los yahuarsónicos.
Vinieron desde Loja para encender la llama del reggae en la tarde cuencana. Back beat en la bataca, set de vientos, teclas, cuerdas y el sublime mensaje de paz, tolerancia y unidad como caballitos de batalla para vencer la mediocridad del sistema. Los yahuarsónicos presentaron un reggae sencillo y alegre, repleto de buenos sentimientos y buenas intenciones, sin entrar demaciado en el tema religioso y fanatiquero del que a mi parecer sufren algunas bandas del género. La energiá de esta agrupación fue perfecta para mantener al público animado.
Jodamassa.
Era el mejor momento de la tarde: Empezaba a oscurecer, las luces del escenario se habían encendido junto a la máquina de humo y Jodamassa empezaba su presentación con su ya acostumbrado orden en el que lanzan primero los temas más suaves de su repertorio y paulatinamente van subiendo la energía hasta reventar al final con las canciones más movidas y rocanrroleras. El sonido y la performance estuvieron impecables; el público atento, casi atónito; en el Madre Tierra Jodamassa demostró que hoy en día son una de las mejores bandas de rock en la ciudad y justificó de sobra su presencia por tercera ocación en el festival.
Mortero.
Los Ambateños de Mortero vinieron con nuevo disco y energías renovas, esta fué su segunda aparición en el marco del Madre Tierra y al parecer el público cuencano los estaba extrañando, ya que apenas sonaron los primeros acordes explotó el mosh con locura y desenfreno. La participación de Mortero fue imponente, prováblemente la tocada más sólida de todas las presentaciones de esta banda que he tenido la oprtunidad de observar. Por mi parte esta era la banda más esperada y realmente me dejaron una muy buena impresión, tocaron todos los temas más representativos de su primer álbum y bastante del nuevo disco que es más pesado, gritado y desgarrador que el anterior. Sin embargo, me hubiera gustado que se extendieran un poco más de tiempo y creo que fue una sensación compartida por la mayoría del público que se quedó con más ganas de Mortero.
Los nietos.
Alguien tiene que pagar los platos rotos, generalmente lo hacen los menos indicados y lamentablemente en esta ocación les tocó a Los nietos. El público ya estaba recontra encendido y la banda les estaba dando lo que querían: Rocanrrol de excelente calidad. Presisamente en ese momento la energía se cortó y la música se transformó en un silencio casi absoluto, excepto por la destreza del baterista que continuó tocando y animando al público durante un rato más hasta que decidieron bajarse del escenario para esperar a que se solucione el problema. La energía volvió y con ella el rock, el blues y la locura; pero el fantasma del corte electrico volvió a atacar y volvió a ser espantado hasta que Los nietos lograron terminar su accidentada presentación.
Guardarraya.
Los artífices del gran final del festival habían estado bebiendo por más de doce horas; dadas las circunstancias una tocada pudiera ser un desastre o un momento mágico y afortunadamente fue esto último lo que ocurrió. Poco después de las nueve de la noche Guardarraya tomó poseción del escenario: Con una introducción delicada y poética dieron lugar a ¨Big bang¨ y enseguida ¨Hábleme más suave¨, dándonos a entender a todos que se estaban jugando el pellejo esa noche. Mucho feeling, mucho rock a lo largo del show, la banda se aferraba desesperadamente a su instante de lucidez o de locura, creando momentos intensos, aceptando las equivocaciones, sacando adelante esas canciones atmosféricas de letras hermosas y profundas, como viejos compañeros orfebres del sonido. ¨Disculpen la borrachera¨ dijo el cantante antes de cerrar con ¨Pobre animal¨ y la ovación de un público cien por ciento convencido les aceptó las disculpas, agradecidos y con las gargantas doloridas. (Colaboración de Jaime Martínez)
Así terminó la décima edición del Madre tierra: Con puro y buen rock, con lluvia intermitente, con lodo en la cancha, con frío, con trago y otras hierbas mágicas, pero principalmente con mucho orgullo y entuciasmo que tanto el público como el equipo de organizadores mostraban sin reparo. Muchísimas gracias a todas las personas que han luchado durante una década para mantener vigente el más importante espacio de expreción artística para la cultura rockera en el sur del país; y sigamos adelante celebrando y protegiendo a nuestra Paccha mama.
Para más información sobre el Festival Madre Tierra visita los siguientes links:
Fuente:
